28/7/12

Siempre hay alguien a quien admirar…


Cada día conocemos o nos relacionamos con gente nueva, con gente diferente pero hay veces que esas personas dejan una huella en nosotros, ese sentimiento que busca en nosotros ser una mejor persona. He conocido a un niño que junto PET para poderse comprar unos tennis, a una señora sin una pierna y con cáncer que regala alegría, he visto a muchos niños con cáncer jugando en camas de hospitales, a niñas llorando por su caída de cabello, he visitado orfanatos donde los niños buscan a quien decirle "mamá" o "papá". Pero todas esas personas siempre han dejado algo en mi, para mí siempre han sido personas de admirar y no porque tengan una discapacidad o porque se les tenga que “tratar diferente” es algo mucho más allá de eso, es esa fuerza, esa alegría que te contagian porque por mal que estén las cosas siempre le encuentran el lado positivo.
Y he comprendido que así es la vida, que tenemos que vivir las cosas tal y como son, perdonar, amar más y joder menos, sacar el gusto por hacer cosas nuevas, por disfrutar todo lo que hacemos, por buscar vivir al límite y siempre, siempre sonreír por muy fuertes que sean las adversidades. Y es que estas personas de admirar por muy mal que este la situación disfrutan, ríen y claro comprenden algo que nosotros no, “vivir” una palabra tan fácil y sonada que nunca la llevamos a cabo.

Una vez leí “¿Qué precio tienen tus manos?” Y claro, no supe responder y es que son cosas que vemos tan “comunes” tan “básicas” que cuando vemos a verdaderos guerreros que no las tienen y que eso en lugar de ser un “impedimento” resulta una oportunidad para ver la vida de forma diferente, comprendemos que somos ricos y dejamos a un lado las cosas materiales. ¿Por qué de que sirven las cosas materiales si por dentro nuestros sentimientos están destrozados? Y así es como toda esa gente de admirar nunca se queda sentada a llorar sus penas o su sufrimiento al contrario lo encaran con una valentía ADMIRABLE, reciben lo que viene con una sonrisa, no le cuestionan a Dios porque padecen eso, al contrario le piden ayuda y más tiempo y entonces:

 ¿Por qué nosotros que lo tenemos todo somos tan cobardes y nos quedamos esperando a que las cosas cambien?

Les comparto un cortometraje de 20 minutos, titulado  "The Butterfly Circus" que fue el cortometraje ganador del concurso de cortos "The Doorpost Film Project" con Nick Vujicic (Otra persona de admirar) que nos enseña como de orugas nos convertimos en mariposas.


"Mientras más grande sea la lucha, más grande será el triunfo".

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